Bellini ha sido un apellido muy ligado a la odontología en Gran Canaria. La família Bellini ha ido transmitiendo de generación en generación el amor, la pasión y la responsabilidad en el cuidado de la salud bucodental y las sonrisas de miles de ciudadanos.

La historia de esta familia de odontólogos y especialistas en diferentes ramas de la odontología tiene sus orígenes en 1916, cuando Umberto Bellini Scalanova llega a Canarias y se instala, en la calle Triana nº 88.

En este emblemático edificio reside, establece la oficina consular italiana como Cónsul Honorario de Italia y monta el primer gabinete de odontología de la familia Bellini. Éste fue uno de los primeros en la ciudad, en el que posteriormente se instalaría su hijo Lorenzo, y más tarde sus nietos, Humberto y Lorenzo; y sus bisnietos, Renzo, Humberto y Cástor.

100 años después y sin moverse de ese histórico y bien conservado edificio de la calle Triana, cuatro generaciones Bellini han desarrollado y vivido en su día a día la evolución de una profesión sanitaria tan cambiante como la Odontología.

La aportación más notable de Umberto Bellini Scalanova fue la introducción de las prótesis vulcanizadas, un gran avance para su época. La vocación y la pasión con la que Umberto vivía su profesión la transmitió a su hijo Lorenzo Bellini Soncini, primero en tomar el testigo de esta actividad.

Lorenzo fue uno de los impulsores del Colegio de Odontólogos de Las Palmas, creando y subvencionando el Aula Clínica para la formación de los dentistas canarios y con la donación de 80 piezas odontológicas antiguas con las que se fundó el museo de dicho Colegio.

Además, este apasionado de la Ópera, desarrolló una dilatada labor altruista durante más de 30 años con organizaciones como la Cruz Roja, el Hospital Militar y otros hospitales civiles. Apoyó persistentemente la creación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, siendo miembro de su Fundación.

Luego llegaría el turno para los hijos de Lorenzo, Humberto y Lorenzo Bellini Domínguez, principales artífices de la modernización y especialización de las clínicas que conviven actualmente en ese mismo edificio: Ziving Bellini, dedicada a la ortodoncia y la odontopediatría, y Dental Triana, dedicada a la periodoncia, endodoncia, implantología y estética dental.

Ambos hermanos convierten la edificación de Triana 88 en un referente de la odontología en la ciudad. Humberto es el primer ortodoncista con dedicación exclusiva en Las Palmas y Lorenzo se especializa como periodoncista y odontogeriatra, siempre manteniendo la profesionalidad y el trato al paciente que ha caracterizado a los Bellini a lo largo de estos 100 años. Además, ellos han transmitido estos valores y esa profesionalidad a la cuarta generación, que ha crecido y se ha formado teniendo un ejemplo y un modelo perfecto en sus predecesores, siendo la prevención su objetivo primordial siempre.

Esta cuarta generación la forman los miembros más jóvenes de esta saga de odontólogos: Renzo Bellini García, Humberto Bellini Pérez y Cástor Benítez-Inglott Bellini.

La llegada de los jóvenes de la familia Bellini ha ido insuflando savia nueva a las clínicas familiares, ya que con una excelente formación y una dedicación plena a su profesión han sabido aportar nuevas técnicas e introducir tecnologías más modernas. Cada uno se ha formado en distintas ramas de la odontología: Renzo en endodoncia e implantología y Humberto y Cástor en ortodoncia.

De esta manera, la familia Bellini ha formado parte del desarrollo de la odontología en Las Palmas de Gran Canaria. Su historia se ha labrado a base del trabajo, estudio, esfuerzo y, sobre todo, del cariño que todos ellos han puesto y seguirán poniendo con todos aquellos que han pasado y pasarán por ‘su casa’, el edificio de Triana 88.